viernes, 19 de octubre de 2012

Que Hacemos si se Cae Nuestro Bebe

Por más cuidado que tengamos no estamos a salvo de que nuestros hijos se puedan caer de la cama, del coche, del cochecito, del sofá, o de su sillita de comer, de la bici, etc. Cuando ya gatean y caminan, es mucho más probable que se puedan lastimar. Es indispensable que mantengas la calma y evalúes la situación con objetividad para ver si es necesario llevarlo al pediatra o si se trata de una caída que no tiene consecuencias importantes. Puede ser que te haya sucedido alguna vez que tu bebé se haya caído. Y aunque no es lo ideal, a todo el mundo le puede ocurrir un accidente. Las caídas más comunes de los bebés son desde la cama, la mesa de cambiar el pañal, el cochecito, la sillita de comer. Cualquiera que haya sido la circunstancia de este tipo de accidentes, es importante tomar ciertas medidas para asegurarte de que tu bebé no haya sufrido ninguna lesión grave en la cabeza o en el resto de su cuerpo. Si tu bebé llegara a caerse, no te angusties. Muchas caídas parecen peores de lo que son en realidad. Toma nota de lo que debes hacer: Consuela a tu bebé y revisa la cabecita y el cuerpo de tu bebé para ver si tiene algún moretón (magulladura, morado) o herida visible. Quítale la ropa para poder verle todo su cuerpecito. Si no le encuentras ninguna señal de alarma, es probable que no haya pasado nada. Si ves algún tipo de herida, llama de inmediato al pediatra. Es importante aclarar que aunque no tenga ninguna herida visible en la cabeza, puede haber sufrido alguna lesión interna o lo que se conoce como conmoción cerebral. Para saber si es así, debes observar muy cuidadosamente el comportamiento de tu bebé y estar alerta a síntomas como los siguientes: Si tu bebé se golpeó la cabeza y está sangrando, si tiene convulsiones, si perdió la consciencia (se desmayó) o está respirando de manera irregular, llama para recibir ayuda inmediata. Si sabes darle primeros auxilios (algo indispensable cuando se tienen un bebé) hazlo y no lo muevas, a menos de que haya peligro de que se lastime más si no lo haces. Recuerda que la mejor forma de evitar que tu bebé se caiga, es tomando las medidas preventivas necesarias: amárralo bien cuando está en su silla de comer, en la mesa cambiadora de pañales o en su coche, no lo desatiendas ni por un segundo cuando está en una cama, silla o sofá; no corras ni camines con zapatos altos cuando lo tienes en brazos y crea un espacio seguro en tu casa para que tu bebé no se lastime cuando sale a explorar y a jugar en cada rincón.

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